Nuestros estudiantes están rodeados de familia, hermanos, amigos, conocidos y compañeros, pero es la primera vez que tienen un tutor. Este rol nadie lo puede reemplazar, por eso es tan importante cuidar los límites y proteger este maravilloso vínculo que tanto bien puede llegar a hacer.
Protección del vínculo
Ser tutor no es ser amigo, ni hermano, ni confidente; todos esos roles generan expectativas, y de seguro no podremos cumplirlas eternamente, por lo cual la frustración podría arriesgar nuestra relación. En cambio si asumimos que somos tutores y respetamos los límites que esto significa, las expectativas del estudiante estarán orientadas a esperar algo que sin duda sí puedes lograr. Tener un trato cariñoso, amable, preocupado y atento, pero siempre desde el rol que tienes que ejercer. Esa es la mejor forma de ser tutor Conectado Aprendo.
Atención a las señales
En la medida que las circunstancias lo permitan te sugerimos intentes hacer parte de las clases a algún referente y/o apoderado. Por ejemplo: “¿Si estuviera tu mamá o papá en la casa, te gustaría le mostráramos lo que aprendimos hoy? Si es así, ve a buscarlo”. Tener de aliado a los padres y/o apoderados, siempre será tu mejor protección.
Consejos
- Nunca prometas algo que no puedes o no deberías cumplir.
- Nunca transfieras, prestes o deposites plata.
- No des ningún tipo de regalo y/o presente material.
- Si quisieras hacer algo significativo por tu estudiante, podrías enviarle una carta escrita o una tarjeta.
- Jamás te reúnas presencialmente con tu estudiante. Esto los expone a ambos y puede terminar siendo muy perjudicial.
- Intenta siempre realizar las clases en espacios abiertos. Evita espacios cerrados. Lo mismo sugiérele a tu estudiante: que esté en un lugar abierto a la hora de recibir las clases o en su defecto, que siempre tengan las puertas abiertas.
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